En la búsqueda de la sustentabilidad de YCRT siguen avanzando las tratativas para lograr un acuerdo social que garantice el funcionamiento y la producción del yacimiento. Este acuerdo incluye un pacto político, gremial y ciudadano para acordar objetivos y pautas de trabajo para los próximos meses.
En la tarde del viernes en la Sala de Conferencias de YCRT se produjo una reunión entre el Interventor, Omar Zeidán, Gerentes, Subgerentes, Jefes de Departamentos del Yacimiento y los cuatro gremios que tienen participación dentro de la Empresa – la Asociación Trabajadores del Estado – ATE Seccional Río Turbio, Asociación Personal Superior, Profesionales y Técnicos de YCF, Sindicato Regional Luz y Fuerza, Río Turbio y de La Fraternidad.
El encuentro sirvió para debatir y dialogar sobre los alcances del Acuerdo Social que se busca establecer en YCRT entre todos los actores involucrados en el funcionamiento de la empresa.
Se busca garantizar el funcionamiento de YCRT, seguir contando con el apoyo total del Gobierno Nacional mientras YCRT se convierte en una empresa que produzca carbón en forma segura y en cantidades tales que permitan proveer los requerimientos de la Central Termoeléctrica “Catorce Mineros”; encontrar consenso e involucramiento de la comunidad de YCRT para implementar los cambios que conduzcan hacia estos objetivos y lograr acuerdos con las organizaciones gremiales para garantizar la participación de los trabajadores en todo el proceso.
Durante la reunión Omar Zeidán explicó detalladamente la situación de la empresa, los avances e inversiones que se han realizado y dio precisiones de los planes de trabajo para los próximos meses.
También detalló los cuatro puntos fundamentales que plantea el acuerdo:
- Garantizar el trabajo de todos los agentes de YCRT.
- Garantizar el salario de la totalidad de los trabajadores de la empresa.
- Producir en forma segura, todo el carbón que requerirá la Central Térmica.
- Garantizar las inversiones necesarias para esa producción.
El gobierno nacional tomó dos decisiones fundamentales para acompañar a este proyecto: por un lado, se comprometió a que la mega usina de 240 MW se termine en el menor tiempo posible, estando prevista la culminación del primer módulo para junio del año 2017. Por otro, garantizó que los dos módulos van a generar energía a partir del carbón, despejando las dudas que existían al respecto.
INVERSIONES, SALARIOS Y ESFUERZOS CONJUNTOS
El acuerdo social incluyó el anuncio de inversiones claves para garantizar los niveles de producción que la empresa necesita. Por eso Zeidán destacó que ya está todo acordado para la adquisición de un nuevo frente largo, dos tuneleras, la inversión completa para terminar y poner en marcha la usina de 21 Megas; e inversiones para el puerto de Punta Loyola.
También se anunció que están garantizados en el presupuesto que el gobierno nacional presentó para el próximo año los salarios de todos los trabajadores de YCRT. “El presupuesto contempla el pago de salarios de la totalidad de los agentes y de las inversiones necesarias para lograr las metas productivas”, remarcó el Interventor de YCRT.
Lo que no está contemplado en el presupuesto es el pago del bono anual por producción ni el pago de reintegro de pasajes por vacaciones. Según explicaron las autoridades de la empresa esos beneficios especiales no pueden ser atendidos en una empresa que está siendo subsidiada por el Estado Nacional en un 100% y que actualmente no está produciendo. Es por ello que YCRT reconoció la deuda en ese concepto correspondiente al presente año, y dijo que el pago estará supeditado a futuras charlas y negociaciones con los gremios; y como parte de este acuerdo ofreció la suspensión del pago de la BAE a partir del año 2017 hasta lograr metas de producción superior a 1.200.000 toneladas de carbón, y la suspensión del pago de reintegro de pasajes.
“Nuestro desafío es convertir a YCRT en una empresa completa que extraiga el carbón necesario para alimentar la mega usina y produzca energía. Para lograrlo tenemos que trabajar todos juntos, unidos y en comunión. Con mucho diálogo y mucho esfuerzo para resolver todos los problemas que puedan surgir y transformar en realidad el sueño de darle energía a nuestro país. Esa energía que sabemos que está en nuestra Cuenca y que tenemos que transformar en una realidad.”
Finalmente Zeidán remarcó: “Sabemos que estos cambios se podrán llevar adelante en un marco de diálogos y acuerdos en los que prime el sentido común, con el coraje suficiente de entender que el destino de la cuenca carbonífera depende hoy de nosotros, pero que los tiempos políticos requeridos para este cambio cultural habrán de trascender no sólo la actual gestión, sino también a las que seguirán; por lo que el camino a recorrer debe ser para la cuenca: una verdadera política de Estado”.